Arabia Saudita: protesta juvenil preocupa al reino y a Washington

08/Mar/2011

El País

Arabia Saudita: protesta juvenil preocupa al reino y a Washington

Una región en llamas. Las revueltas que se extienden por Medio Oriente y el norte de África se vuelven una amenaza para Arabia Saudita Organizan protestas que el régimen dice no tolerará
8-3-2011
EL PAÍS DE MADRID
Es la pregunta del millón. ¿Van a llegar a Arabia Saudita las revueltas que agitan al mundo árabe? Todos los ojos están puestos en la Provincia Oriental, donde vive la mayoría de los chiítas saudíes y de donde se extrae el grueso del petróleo.
Desde hace dos semanas, pequeñas manifestaciones han atraído la atención de los periodistas y la preocupación de las autoridades dentro y fuera de fronteras, pues Estados Unidos es el gran socio comercial del país rico en crudo. Aunque el discurso oficial asegura que el reino permanece estable, el Ministerio del Interior advirtió el sábado que no va a tolerar más protestas y que la policía actuará con contundencia.
“Las normas del reino prohíben de forma categórica cualquier tipo de manifestaciones, marchas y sentadas (..), porque contradicen la ley islámica y los valores y tradiciones de la sociedad saudita”, recuerda el comunicado.
El texto también señala que las fuerzas de seguridad están autorizadas a usar “todos los medios necesarios contra quienes violen la ley”. Viajeros provenientes de Riad han visto en la autopista numerosos vehículos policiales en dirección a Dammam, indicación de que se están reforzando los efectivos ante un eventual aumento de las protestas.
No parece casualidad que esas medidas se hayan adoptado después de que el viernes cientos de personas reclamaran, en Hofuf, la liberación del jeque Tawfiq al Amer, un clérigo chiíta detenido tras haber defendido la monarquía constitucional en un sermón. Las autoridades de Arabia Saudita lo liberaron ayer con las esperanza de aplacar las protestas contra el gobierno. Hasta ese día, las manifestaciones en Qatif y Awwamiya se habían centrado en pedir la libertad de nueve presos que llevan años encarcelados sin ser juzgados. Por éstos, los manifestantes llamaron, por la web, a otra protesta el próximo viernes.
“Los presos olvidados pueden convertirse en el detonante”, estima Tawfiq Alsaif, un intelectual chiíta. “Si la gente logra mantener su presencia en la calle, las peticiones se ampliarán”, asegura.
Ibrahim al Mugaiteeb, presidente de Human Rights First, teme que la policía intervenga con violencia en el momento en que las manifestaciones empiecen a ser más numerosas.
“Va a depender de los jóvenes”, apunta por su parte Jafar al Shayeb, presidente del consejo municipal de Qatif, uno de los oasis en torno a los que se concentra la población chiíta.
“Los mayores hemos canalizado el ansia de reformas a través de peticiones al rey, pero lo que está sucediendo en el mundo árabe está animando a la gente a reclamar sus derechos y no sabemos lo que va a pasar”, señala este escritor y activista político.
“La mayoría de mis amigos son partidarios de que las protestas las empiecen los suníes porque si lo hacemos nosotros nos acusarán de ser agentes iraníes”, dice M. I., de 30 años, que acaba de obtener un máster, pero como el 30% de su generación está sin trabajo.
Los chiítas suponen entre un 10% y un 15% de los casi 20 millones de saudíes, aunque son mayoría en el Este del país. M. I. ha accedido a reunir en su casa a un grupo de jóvenes para que compartan sus opiniones con la prensa. Éstos señalaron: “Tenemos miedo del gobierno”, declara Alí, de 25 años y máster en recursos humanos. “Estoy dispuesto a salir a la calle con un cartel, pero no a enfrentarme a la policía”, admite. Recuerdan la represión que siguió a las protestas de 2003 en apoyo de la segunda Intifada palestina. Pero además se sienten solos. “No creo que la gente me secundara si me echara a la calle”, resume Ibrahim, ingeniero.
Tampoco niegan el temor a lo desconocido. “Seguimos con mucho interés lo que está sucediendo en Túnez, en Egipto, en Libia…, pero aún no ha terminado. No sabemos qué va pasar y nos preocupa que el resultado sea como Irak”, señala Riad, otro ingeniero. Y es que muchos aquí están convencidos de que si no se atienden sus peticiones, Arabia Saudita seguirá el camino de Libia.
“Somos cobardes. Las familias nos educan para que no digamos nada, para que no hablemos de política”, concluye Maitham, uno de los jóvenes. Aunque eso parece estar cambiando, según se desprende del intenso debate que mantienen en Internet. Habrá que ver cuántos de ellos responden al llamamiento para manifestarse el viernes en todo el país.
Las cifras
10% Entre 10% y 15% de los sauditas son chiítas, en un país de 20 millones de personas. De todos modos, son mayoría en el Este.
23 Son los días que de protestas que lleva afrontando el gobierno sunita de Bahréin, vecino y aleado de Arabia Saudita.
30% De los menores de 30 años, algunos profesionales, están desocupados. Este fue el motivo de las revueltas en otros países.
El gobierno libera a un clérigo chiíta para alivianar tensiones
Las autoridades de Arabia Saudita trataron de rebajar la tensión dejando en libertad al jeque Tawfiq al Amer, cuya detención hace una semana dio lugar a varias manifestaciones. Según defensores de los derechos humanos una veintena de personas están detenidas por haber participado en ellas y los guardias del palacio del gobernador golpearon con palos el sábado a un grupo de mujeres que pedía la liberación de sus familiares encarcelados.
“Es una buena noticia”, admitía un activista nada más conocer que el jeque Tawfiq se encontraba en libertad. El clérigo chiíta fue detenido el 27 de febrero tras haber defendido la monarquía constitucional en su sermón.
Decenas de esposas y familiares de los llamados “presos olvidados” acudieron el sábado a la oficina del príncipe Mohamed Bin Fahd, para solicitar la liberación de sus seres queridos. Estos nueve fueron encarcelados a raíz de un ataque contra una base estadounidense en Al Jobar en 1996 -en el que murieron 19 soldados norteamericanos- y aún no han sido juzgados. Al parecer, un funcionario prometió a las mujeres una cita con el gobernador provincial, hijo del fallecido rey Fahd. Sin embargo, una vez allí, éste se negó a recibirlas y pidió la intervención de los guardias. Este es uno de los detonantes de las protestas anunciadas para el próximo viernes. El País de Madrid
Protestas que no se detienen
Yemen
Miles de basureros iniciaron ayer una huelga en Saná por aumentos de salario. Tres de ellos resultaron heridos cuando la policía dispersó la manifestación. El deterioro de la situación en Yemen provocó que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá sugirieran a sus ciudadanos que salgan del país en crisis.
Bahréin
Cientos de musulmanes de la mayoría chiíta en Bahréin protestaron ayer frente a la embajada de Estados Unidos y exigieron que Washington apoye las movilizaciones que realizan en demanda de mayores libertades políticas. En un comunicado, la embajada exhortó a “todas las partes a que trabajen de inmediato para el inicio de un diálogo”, pero advirtió que las conversaciones sólo serán eficaces si propician “acciones concretas y reformas”.
Omán
Los omaníes, que exigen medidas de lucha contra la corrupción, volvieron a manifestarse ayer, a pesar de la destitución de dos ministros y las promesas de creación de empleos. En Soha, ciudad industrial 200 kilómetros al Norte de Mascate, donde el 28 de febrero la policía mató a un manifestante, una sentada de protesta entró en su novena jornada.
Irak
Unas 500 personas manifestaron en el centro de Bagdad, al cumplirse un año de las últimas elecciones legislativas, para denunciar el incumplimiento de las promesas electorales. Piden más oportunidades de empleos y mejoras en los servicios públicos.
Argelia
Miles de guardias comunales, cuerpo paramilitar que suple a la gendarmería en los pueblos argelinos, se manifestaron ayer en Argel para reclamar un aumento salarial. Los que protestaron, más de 10.000 según los organizadores, en su mayoría uniformados, se reunieron sin incidentes en la plaza de los Mártires en el centro de la ciudad.
China
Al menos 15 cronistas extranjeros fueron arrestados ayer en Shanghai, una de las tantas ciudades chinas donde la policía fue desplegada para vigilar los considerados puntos de encuentro de los misteriosos organizadores de los “paseos de los jazmines”, en alusión a las manifestaciones pro-democracia. En Beijing, los agentes se presentaron en los lugares de acceso a la vía Wang Fujing y en el entro comercial de Xidan, patrullando las calles en compañía de perros.